Fundación de la Congregación de HMIG

En los designios de la providencia, la Congregación de Religiosas “Hijas de María Inmaculada de Guadalupe” es fruto maduro de una pequeña semilla que representa el Colegio de Nuestra Señora de la Esperanza, posteriormente de la Purísima Concepción, fundado en Jacona Michoacán., México, el 12 de noviembre de 1867, por el Señor cura en ese entonces Don José Antonio Plancarte.

En 1876 el Padre Plancarte vio cumplido uno de sus más ardientes deseos: establecer una escuela gratuita para las jóvenes, ese fue el asilo de niñas dedicado a San Antonio de Padua.

Convencido nuestro Padre Fundador de la importancia de formar el corazón femenino, dada la proyección familiar y social que tiene la mujer, se propuso la educación religiosa y moral de la misma; unida a la piedad, la enseñanza teórica y practica de sus deberes en los diferentes estados de vida a la que Dios quisiera llamarlas, así verdaderamente serían útiles a la Iglesia, a su Patria y a su familia.

Con el fin de hacer permanente esta obra en la Iglesia, decidió fundar una Congregación Religiosa que respondiera a las necesidades y circunstancias históricas de México y se dedicara a la educación de la niñez y la Juventud en todos sus sectores sociales, especialmente a la mujer y con preferencia a los pobres. En 1871 estableció la Asociación de Hijas de María en el colegio de la Purísima Concepción, en donde se cultivaron las primeras vocaciones religiosas. 

Transcurridos varios años de esmerada formación, el Padre Plancarte habló claramente a las aspirantes del ideal de la Vida Consagrada y las invitó a emitir sus votos privados que pronunciaron el 8 de septiembre de 1877; y después de una prudente experiencia, el 2 de febrero de 1878 el Padre Plancarte recibe los votos de las 7 primeras religiosas de su obra predilecta, la Congregación de Hijas de María Inmaculada, que en septiembre de 1885 cambia su nombre por el de Hijas de María Inmaculada de Guadalupe, en honor de la Santísima Virgen de Guadalupe, quien es constituida como Patrona principal de la Congregación.

Las primeras congregantas fueron: Rafaela Tapia, Soledad Hurtado, Genoveva García, Concepción Calderón, Luz Zamudio, Matilde Martínez y Antonia Zamudio.

Nuestro Carisma

Siendo la intuición carismática de Nuestro Padre Fundador el mandato evangélico de » ID Y ENSEÑAD A TODAS LAS GENTES»,

Nuestro Carisma es seguir a Cristo Jesús, Apóstol del Padre, a ejemplo de María Inmaculada de Guadalupe, que nos ayuda con su presencia evangelizadora a ser apóstoles en los ministerios propios del Instituto.

Nuestro Espíritu

El espíritu del instituto es el Espíritu de Dios, que se manifiesta en nosotros en la vivencia de la piedad filial a María Inmaculada de Guadalupe, en la humildad, sencillez, abnegación, fortaleza y prudencia.